Los masajes con gemas o piedras son un proceso terapéutico beneficioso tanto para el que lo da como para el que lo recibe. El que recibe el masaje ve estimulado su sistema circulatorio, relajada su musculatura, su organismo libera toxinas, se alivian dolores y espasmos musculares y se crea un sentimiento de paz y de bienestar espiritual.

A su vez, la persona que da el masaje ve reducido el esfuerzo y la tensión sobre manos, muñecas y brazos, de modo que la sesión dura más tiempo, aumentando su eficacia. La combinación del masaje con gemas con aromaterapia y/o musicoterapia producen sedación energética y aumentan su eficacia ralajante.

La forma y el tamaño de las piedras no siempre será el mismo, sino que se adaptará dependiendo de la zona donde se las aplique. Además, cada gema tiene su propia vibración y aplicación según la afección que se padezca.

Así por ejemplo, las piedras planas redondeadas son idóneas para brazos, piernas, espalda y abdomen. Las alargadas por su parte se utilizan en el área del cuello y los omoplatos, las esféricas en zonas contracturadas y las pequeñas en el rostro.

La relajación se obtiene a través del uso de aceites esenciales de lavanda, melisa, tilo y rosas, entre otros. La menta, los cítricos y el romero son muy beneficiosos si se los aplica a la terapia descongestiva y son al mismo tiempo, estimulantes tanto para la circulación como para la masa muscular.

Masaje con piedras calientes
La técnica del masaje con piedras calientes consiste en la presión y el apoyo de las gemas a 60°C sobre la zona donde haya un dolor localizado o una tensión muscular. Anteriormente a eso, se habrá esparcido en la zona un aceite esencial. Además, utilizaremos otro aceite esencial aplicado sobre las piedras. Ambos aceites al unirse potenciarán el efecto de la gema.

Los efectos de este masaje son una estimulación de la circulación sanguínea, una mejora de los dolores crónicos, una reactivación del flujo energético y una relajación en el paciente.

Masaje con piedras frías
La aplicación de piedras frías (generalmente de mármol) en el masaje es un verdadero complemento a la hora de combinar calor- frío y conseguir una armonización del flujo de energía.

El efecto que producen estas gemas es muy agradable: desintoxican y estimulan. También son usadas en masajes corporales, tonificantes y descongestivos.