La balneoterapia designa el conjunto de tratamientos termales y los cuidados efectuados por baños, así como las actividades auxiliares de tratamiento del cuerpo en el agua. La talasoterapia es una variante, aunque ésta se efectúa con agua de mar y no con agua de manantial.
En el transcurso de una estancia de balneoterapia sacaremos provecho de intensos momentos de relajamiento en contacto con el agua, elemento fundamental e indisociable de los primeros meses de vida de cada ser humano. Los cuidados de hidroterapia tienen en efecto numerosas virtudes. Éstas estuvieron presentes desde la antigüedad, desde las épocas griegas y romanas. Entre los griegos, la noción de "gimnasio" era particularmente emblemática: zonas de agua estaban instaladas en estos gimnasios, no sólo para limpiarse, sino para tomar placer y relajarse después de un esfuerzo físico difícil. Las Termas del imperio romano y otros baños públicos recuperaban también esa idea, con la voluntad de salvaguardar la salud y el bienestar de la población
Beneficios de la balneoterapia
La balneoterapia está considerada como uno de los agentes terapéuticos naturales más poderosos, teniendo una fácil y práctica aplicación. Su influencia es benéfica sobre todo el organismo.
La balneoterapia regula la circulación, estimulando la circulación sanguínea, aliviando así la congestión interna y eliminando toxinas a través de las glándulas sudoríparas (el sudor se produce gracias a éstas). Todo ello aporta efectos positivos sobre el sistema cardiovascular. Además, la acción del agua fría o del agua caliente tiene un efecto que ayuda a estimular una circulación débil o perezosa.
La balneoterapia permite tanto estimular el tono muscular, como la fuerza nerviosa, la digestión, la nutrición, eliminar las células muertas y las toxinas del cuerpo,... También se eliminan depósitos de calcio de los vasos sanguíneos y los vasos sanguíneos capilares dañados.
Numerosos médicos recomiendan un baño de burbujas (o simplemente un baño caliente) como medio alternativo para tratar los dolores dorsales, las tensiones o la inflamación de los tejidos musculares. También para dolores cervicales, hombros, artritis, dolores de cabeza, heridas debidas al deporte, diversos dolores crónicos, estrés,...
Los baños de burbujas ayudan por tanto a la desaparición de diversas inflamaciones, pero también ayudan a la curación resfriados o gripes. La inhalación caliente de vapores de agua en el transcurso de un baño de burbujas es altamente recomendada en caso de sinusitis, bronquitis, alergia o asma.
En cuanto al hidromasaje, éste aporta una sensación de ligereza en la bañera que alivia al sistema nervioso y libera los músculos. La presencia de chorros de agua conlleva un movimiento del agua, lo que proporciona un efecto que tonifica el cuerpo, además de revigorizar los músculos doloridos.
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