Frío activa la circulación sanguínea, mientras que caliente alivia las articulaciones dolorosas. En cualquiera de ambos casos, el baño es un momento privilegiado de descanso y relajación.
El baño de agua mineral
Este simple baño pretende poner la epidermis del paciente en contacto con los agentes activos del agua mineral, con el fin de asegurar una penetración directa e inmediata de los elementos en el organismo. Además de los intercambios químicos con el cuerpo, el baño de agua mineral tiene una acción vasodilatadora y analgésica cuando su temperatura es educada.
El baño con ducha en inmersión
Este baño consiste en recibir chorros de agua a presión y, según el programa de la bañera, permite efectuar un masaje general o localizado. Este cuidado presenta virtudes tonificantes, descontracturantes y antiestrés.
El baño con ducha submarina
Mientras que el paciente está en el baño, un agente termal efectúa una ducha caliente dirigida a la zona dolorida o afectada (según la orientación de la cura termal) para proporcionar un masaje dulce localizado.
El baño local
Este cuidado local permite tratar selectivamente una parte del cuerpo como las manos o los pies. Es prescrito generalmente en casos de reumatismo, gracias a su acción sedativa y analgésica.
El aerobaño
Microburbujas de aire surgen desde el fondo de la bañera. Subiendo a la superficie, las microburbujas producen un roce con el paciente que es dulce, tranquilizador y que suaviza la piel. El efecto vasodilatador y analgésico del baño se intensifica por el masaje/drenaje efectuado por la liberación gaseosa artificial.
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