Es un masaje que utiliza las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales.
La piel, por su red compleja de capilares, tiene el poder de absorber en los aceites esenciales, que se difundirán primeramente en la microcirculación periférica para luego alcanzar la circulación sanguínea general. Por otra parte, gracias a los numerosos receptores sensoriales y a sus inervaciones múltiples, la piel es extremadamente receptiva a los masajes y mantiene con el sistema nervioso una relación privilegiada, lo que explica que ciertas dermatosis tengan un origen psicosomático.
El masaje aromático también tiene una influencia psicosensorial ya que los olores actúan sobre nuestro estado emocional. Nuestro sentido olfativo es muy sutil. El olfato es una de las funciones más notables del cuerpo humano ya que el cerebro es capaz de identificar millares de olores.
Existe una conexión directa entre el centro olfativo y el sistema límbico (parte del cerebro donde se encuentran las emociones y que influye sobre el comportamiento y sobre el humor). Los olores son las únicas impresiones sensoriales que alcanzan directamente el cerebro, sin ser filtradas previamente por nuestra conciencia.
Durante una sesión de masaje aromático, las sensaciones cutáneas y olfativas envían mensajes de bienestar y de descanso al cerebro. Éste masaje relajante nos otorga numerosos beneficios entre los cuales encontramos la mejora de la nutrición celular, la eliminación de toxinas, la relajación muscular y la mejor de problemas psicosomáticos.
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