¿Tienes problemas de varices y quieres probar soluciones diferentes? En este artículo te hablamos de la hidroterapia y te contamos cómo mejorar tus varices con hidroterapia. Sigue leyendo para conocer en qué se basa la hidroterapia, cómo se aplica este tratamiento y qué beneficios representa para prevenir, tratar y mejorar el estado de tus varices con hidroterapia.
Cómo mejorar tus varices con hidroterapia
En primer lugar cabe reseñar que la hidroterapia es un tipo de tratamiento que se basa en utilizar el agua a modo de terapia. Puede realizarse de forma mecánica, con presión, de forma térmica o de forma química. También podría definirse como una especie de fisioterapia, interesante para tratar distintos tipos de trastornos, enfermedades y lesiones. La hidroterapia se aplicas en salas de tratamiento de varices, en saunas, en balnearios, en piscinas termales y en duchas y baños que cuenten con características bastante concretas.
La hidroterapia, por sorprendente que parezca, se viene usando desde tiempos de los griegos, quiénes fueron los primeros en aprovechar tus propiedades para fines médicos. Desde entonces muchas civilizaciones la han ido utilizando hasta llegar al nivel de perfeccionamiento óptimo actual.
Por otro lado, como nos cuentan los expertos de Varicenter, encontramos que la hidroterapia sirve para mejorar la circulación vascular de la periferia del cuerpo, sirve también para reducir los nervios y la ansiedad, estimula al máximo el sistema inmunitario y sirve para reducir los problemas musculares como las contracturas. Además, también es una buena alternativa para mejorar la depresión y permite respirar mejor pero, sobre todo, en el caso que nos ocupa, el que nos importa es el primer punto ya que gracias a que mejora la circulación la hidroterapia es una opción muy acertada para tratar las varices.
Como contraindicaciones cabe reseñar que no deberían tratarse con hidroterapia las personas que tengan problemas cardiovasculares fuertes, la tensión muy alta o bajo, problemas de dermatitis, diabetes, insuficiencia renal, infecciones sexuales o mujeres en el ciclo menstrual.
A partir de aquí puedes elegir entre diferentes técnicas para conseguir mejorar el estado de tus varices con hidroterapia. Encontrarás por ejemplo las hidroterapias mecánicas, que pueden ser de empuje, de compresión, de resistencia o de presión. Entre ellos, el método de compresión es sin duda la mejor alternativa para tratar las varices ya que con esta técnica el agua se aplica con bastante fuerza sobre el cuerpo y por tanto se crea presión para las venas, lo cual ayuda a regular la circulación y mejorar el estado de las varices, pero además también sirve como método de relajación.
Entre los tipos de hidroterapias térmicas principales encontramos la de agua templada, la de agua caliente y la de agua fría. Todas ellas son interesantes para tratar las varices aunque los expertos recomiendan sobre todo la hidroterapia térmica con agua fría porque estimulará al máximo el sistema circulatorio mientras te permite tonificarte.
Por último tenemos la hidroterapia química, aunque esta nos suele utilizarse para tratar las varices. En cuanto a su aplicación, cabe realizar que estos tratamientos deben solicitarse siempre en centros especializados y terapéuticos. La hidroterapia puede realizarse en baños de agua, en duchas a presión especialmente preparadas para realizar estos tratamientos, con chorros a presión, que son ideales para estimular la circulación y además variarán de temperatura y también te permiten controlar los problemas musculares o en forma de chorros subacuáticos que activarán al máximo tu circulación sanguínea.
Pero además en la actualidad la hidroterapia también puede aplicarse con envolturas o diferentes dispositivos o tejidos especialmente tratados con agua que aportarán a tu cuerpo lo que necesitas para conseguir mejorar el estado de tus varices gracias al efecto del agua.
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