Los efectos terapéuticos de cuidados a base de algas o de lodos conciernen sobre todo a los dolores reumáticos o articulares.
Las algas
Las algas tienen la excepcional facultad de potenciar la riqueza de minerales y oligoelementos del mar y restituir en ocasiones hasta 100.000 veces más intensamente las virtudes fortificantes, remineralizantes y reequilibrantes.
Ya sean marrones, rojas o verdes, las algas son el principal elemento utilizado en los baños de talasoterapia. Ricas en yodo, calcio, fósforo, potasio, cobre, zinc, hierro, vitaminas y aminoácidos, como hemos dicho anteriormente poseen virtudes fortificantes, remineralizantes y reequilibrantes. Calentadas por encima de cierta temperatura, éstas liberan también sustancias antivirales y antibacterianas.
Por último decir que encontramos tanto yodo en un kilo de algas frescas como en 100. 000 litros de agua de mar.
Los lodos marinos
Verdaderas concentradores iónicos de la fauna y la flora marina, los lodos marinos son directamente utilizados en curas mezclados con agua de mar, por su poder analgésico contra el reumatismo (excepto en casos de crisis aguda) y en ciertas enfermedades de la piel (acné, eczema,...).
Éstos actúan fisiológicamente (por su plasticidad y su poder de retención del agua y del calor) y químicamente (por el paso de algunos de sus oligoelementos a través de la piel).
|