La aromaterapia es la utilización médica de los extractos aromáticos de las plantas (esencias y aceites esenciales). Esto la diferencia de la fitoterapia, que hace uso del conjunto de los elementos de una planta.
Como método terapéutico la aromaterapia es parte de las "herramientas" o recursos de la naturopatía. Esta terapia se usa contra varias afecciones (tos, dolores de cabeza, sinusitis, asma, problemas digestivos, insomnio, cansancio, heridas deportivas,...), aunque su acción más notable es de naturaleza antiséptica (contra las bacterias, los virus, las setas y los parásitos). También se utiliza para la higiene de los espacios interiores (prevención y tratamiento de las enfermedades infecciosas), en cuidados estéticos y para mejorar el descanso. También presenta beneficios sobre el plano psicológico y en problemas de ansiedad.

¿La aromaterapia es peligrosa?
No caigamos en la trampa de pensar que "todo lo que es natural es bueno para la salud". Sin querer dramatizar, los aceites esenciales tienen un poder terapéutico real y, utilizados en dosis inadecuadas o en determinados sujetos, pueden conllevar efectos indeseables importantes. Por ello nunca debemos subestimar los efectos de los aceites esenciales y de la aromaterapia. De hacerlo correremos el riesgo de crear conflictos emocionales o problemas físicos graves. Toda terapia deberá ser supervisada por un especialista en este tipo de cuidados.
Como ejemplo más claro mostraremos a los bebés, las mujeres embarazadas o las personas epilépticas, que deben abstenerse de utilizar este tipo de terapia. Los aceites esenciales son muy concentrados y pueden conllevar una intoxicación.
En el artículo hemos nombrado varias veces los aceites esenciales, verdaderos protagonistas de la aromaterapia. Para explicártelos mejor hemos preparado un artículo. Pinche en el siguiente enlace para acceder a él: Aceites esenciales.
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