Todas las variantes del masaje que existen según su origen geográfico (sueco, shiatsu, balinés, etc.) pueden ser efectuados a cuatro manos por dos masajistas profesionales experimentados. El interés particular del masaje a 4 manos, es el efecto aumentado del resultado, desde el punto de vista de la relajación, aunque también desde el estético.
El masaje a 4 manos exige una sincronización perfecta de los gestos que hay que efectuar para que sea eficaz además de perfecto. Ambos masajistas se colocan a cada lado de la persona que va a recibir el masaje, uno enfrente del otro. Éstos deben dominar cada uno de los movimientos ejecutados para que la energía sea repartida del mismo modo sobre todo el cuerpo. El ritmo y la presión debe ser exactamente igual en el lado izquierdo que en el derecho para no desequilibrar el trabajo del masaje.
Una sesión de masaje a 4 manos cuesta un poco más cara que el masaje a 2 manos habitual, pero cuando el masaje está bien realizado vale la pena. Y es que aunque aporta casi los mismos resultados que el masaje tradicional, la ventaja es conseguir una relajación aún más profunda. El masaje a 4 manos genera en la persona que lo recibe un sentimiento de confianza compartida y de plenitud.
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