Las piernas hinchadas son un problema que afecta a un gran número de personas a lo largo y ancho del planeta y los masajes de drenaje linfático son interesantes para combatirlo. Si estás buscando tratamientos para esta dolencia este artículo puede resultarte interesante pues a continuación te exponemos cómo hacer masajes de drenaje linfático para cuidar unas piernas hinchadas.
Qué son los masajes linfáticos
Los masajes linfáticos son especialmente interesantes para drenar el cuerpo y combatir las piernas hinchadas porque sirven para activar la circulación y además te ayudarán a eliminar grasas y toxinas. Se trata de masajes descontracturantes y estéticos y es una técnica cada vez más popular.
Con estos masajes se busca estimular el sistema linfático para conseguir que funcione bien y lograr eliminar las toxinas. Este tipo de masajes son relajantes, terapeúticos y también aportan muchísimos beneficios a la piel.
Cómo hacer masajes de drenaje linfático
Para realizar de forma correcta un masaje de drenaje linfático, como leemos en este artículo sobre edemas, resulta muy importante tener en cuenta algunos puntos. Siempre que se pueda lo mejor es que este tipo de masajes lo hagan los profesionales y especialistas para que de verdad sean efectivos, pero si esto es complicado una buena opción es practicar estos masajes en casa siguiendo las instrucciones que exponemos a continuación. Además de para personas con piernas inflamadas, estos masajes también son interesantes para terminar con el estrés o con la celulitis.
Ten en cuenta que este tipo de masajes se deben hacer siempre con un ritmo lento y presionando las cadenas ganglionares más importantes. Si el masaje es para las piernas siempre se debe hacer de forma inferior a superior. Si se realiza en esta dirección (lo que sería de los pies hacia las rodillas), sin duda se conseguirán los mejores resultados.
Además de en las piernas, es interesante masajear también el cuello en el sentido de las agujas del reloj haciendo círculos. Asimismo, se debe presionar también la clavícula de forma intermitente en dirección a las orejas y habrá que masajear las axilas de dentro hacia arriba. Después se debe continuar masajeando a la altura de los pulmones mientras la persona a la que se está masajeando respira de forma profunda. A continuación se continúa con las ingles, dónde se deben presionar tres puntos distintos.
Entonces ya llega el momento de masajear la zona específica que son las piernas. Se debe hacer siempre de abajo hacia arriba, prestando especiar atención en los tobillos, los huecos de las rodillas (haciendo presión hacia adentro y soltando después) y los muslos. Se debe masajear siempre de forma lenta y ejerciendo presión sobre los ganglios para que el masaje surja efecto. Asimismo, por cada zona se deben buscar tres puntos y hacer presión en cada uno de ellos unas quince veces para conseguir los mejores resultados. Esto hará un total de unos 45 puntos de presión en cada zona, aunque hay que tener en cuenta que este tipo de masajes no deberían durar más de quince minutos para ser efectivos.
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