Dolores, hormigueo, hinchazón y calambres, son algunos de los síntomas que más nos atormentan cuando las várices asoman en nuestra piel. Esta enfermedad del sistema circulatorio, afecta a un gran número de mujeres en el planeta, pero afortunadamente, la medicina natural pone en nuestras manos diversas soluciones que podemos poner en práctica para eliminar las várices, y una de ellas, son precisamente los aceites esenciales. Estos son los más eficaces.
Aceite esencial de caléndula
El aceite de caléndula es grandemente conocido por sus increíbles beneficios a la hora de tratar las irritaciones, las cicatrices y los eczemas, aunque además debemos sumarle sus magníficas propiedades para inhibir el dolor de las varices, promover la desinflamación de las venas, y favorecer el drenaje linfático. La aplicación de este aceite esencial produce un alivio inmediato, sobre todo si se combina con aceite esencial de limón.
Aceite esencial de romero
Este aceite se obtiene producto de la vaporización de las hojas de romero. En el campo de la aromaterapia, se trata de un remedio infalible para estimular y tonificar nuestros músculos, al tiempo que permite potenciar el retorno venoso, aliviar las venas afectadas por las várices, e incluso, promover la desinflamación. Amén de sus propiedades antinflamatorias, el aceite esencial de romero también alivia nuestras piernas, rejuvenece nuestra piel, y hasta sirve para evitar la caída del cabello.
Aceite esencial de milenrama
La milenrama es una planta de la que puede obtenerse un aceite esencial excelente, no sólo para relajar nuestro cuerpo, moderar la menopausia o contribuir a la curación de las cicatrices, sino también a la hora de tratar las venas varicosas. Sus propiedades estimulantes favorecen la correcta circulación de la sangre a través de las venas, por lo que es capaz de reducir la inflamación, desaparecer el dolor, y aportarnos un efecto calmante muy grato.
Aceite esencial de geranio
Dentro de la lista de mejores aceites esenciales para aliviar el dolor de las varices, no podríamos dejar de mencionar al aceite esencial de geranio. Además de emplearse contra las hemorroides, como saborizante, e incluso para aromar algunos tabacos de pipa, este producto ha demostrado grandes resultados en el tratamiento de las várices. Es capaz de reducir la inflamación, contribuir al fortalecimiento de la piel haciéndola más suave y sana, e incluso, intervenir positivamente en la circulación sanguínea.
Aceite esencial de hierba buena
Este aceite esencial funciona como tranquilizante natural gracias a sus propiedades antiespasmódicas. Además, también guarda efectos antidepresivos, ansiolíticos y antioxidantes, por lo que se utiliza para aliviar el dolor de estómago, y hasta como repelente de mosquito. Para el caso de las várices, el aceite esencial de hierba buena resulta también un remedio efectivo, ya que permite trabajar sobre el sistema circulatorio del cuerpo, favoreciendo el funcionamiento de las venas, relajando la hinchazón e impidiendo el dolor.
Fuente de la imagen: VariCenter
Aceite esencial de limón
El aceite esencial de limón posee efectivas propiedades astringentes, fluidificantes y antinflamatorias, por lo que constituye un remedio insustituible para nuestras intenciones de eliminar las várices. Utilizado como relajante natural, el aceite esencial de limón también nos permitirá tonificar la piel y eliminar los residuos de grasa en la dermis, combatir las várices y los riesgos de trombosis, promover la circulación sanguínea y evitar el endurecimiento de las paredes venosas, al tiempo que las fortalece.
Aceite esencial de salvia
"Se produce a partir de las flores y hojas de la hierba salvia, y resulta muy efectivo a la hora de aliviar los calambres propios de las varices, así como el dolor y los síntomas de pesadez. El aceite esencial de salvia, también se utiliza durante el síndrome premenstrual, y para la menopausia, aunque los mejores resultados se obtienen a la hora de estimular el sistema circulatorio y contrarrestar la hinchazón en las piernas.
Aceite esencial Helichrysum
En algunos ámbitos se le conoce como helicriso o flor de papel, aunque es más común verlo como Helichrysum. De cualquier manera, se trata de un aceite esencial magnífico para nuestro sistema circulatorio. Además de acelerar la cicatrización de la piel, este aceite esencial también resulta ideal para tratar cualquier zona inflamada, promover el retorno venoso, y estimular el flujo sanguíneo. Mezclado con aceite de jojoba, puede ser un gran remedio contra las várices.
Aceite esencial de ciprés
Algunas personas lo utilizan como calmante, y para remediar el estrés del día a día. Sin embargo, ahora tú también puedes emplearlo para contrarrestar los síntomas de las várices, ya que este aceite esencial favorece el correcto funcionamiento del sistema linfático, estimula la circulación sanguínea y nos permite desinflamar las venas. Sus propiedades vaso constrictoras, hacen de este producto, uno muy eficaz para evitar la retención de líquidos, y la celulitis.
Aceite esencial de Lemongrass
En algunas zonas de nuestro planeta se le conoce como limoncillo, pasto de limón o pastel de limón, y se trata de uno de los mejores aceites esenciales que podrás encontrar para las varices. Su efecto dilatador, es ideal para los vasos sanguíneos, ya que evita el estancamiento de la sangre, y te permite aliviar la inflamación y el dolor. Para mayores resultados, se acostumbra a mezclar este aceite esencial con una porción de aceite de coco.
Aceite esencial de menta
Es popularmente conocido para eliminar la tos, gracias a sus propiedades expectorantes. Sin embargo, el aceite esencial de menta, resulta igualmente un poderoso remedio natural contra las várices. Nos permite favorecer el flujo sanguíneo, disminuir la congestión linfática y aliviar la pesadez y la hinchazón de las piernas. Al mismo tiempo, el aceite esencial de menta posee propiedades analgésicas, y resulta muy refrescante para eliminar los calambres y el hormigueo propio de las várices.
Aceite esencial de coco
Amén de sus propiedades nutritivas, el coco también es un producto natural maravilloso que, en forma de aceite esencial, nos permite aliviar incontables males como el asma, las quemaduras, la bronquitis, la gripe y el estreñimiento. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, el coco también es muy recomendable, ya que posee propiedades refrescantes que nos alejan del dolor en las extremidades, y contribuyen a un adecuado flujo sanguíneo.
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